ilustración © Anto Fant

Educar la mirada

La Semana de las Artes Gráficas y Audiovisuales se llevará a cabo del 1 al 5 de Noviembre en todos los niveles y modalidades de Educación de la Provincia de Buenos Aires.

A mediados del 2020 se conformó un equipo encabezado por Roberto Arguello (Gestor Cultural y coleccionista) acompañado por Myrian Bahntje, Gisela Fourment, Poly Bernatene (docentes e ilustradores) y Luciano Saracino (Escritor y guionista) para presentar el proyecto de incorporación de la Semana de las Artes gráficas y audiovisuales dentro del calendario escolar al Consejero General de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires, Lic. Marcelo Zarlenga. El proyecto fue aprobado a fines del 2020. Estamos muy agradecidos al Lic. Marcelo Zarlenga por su interés y compromiso con este trabajo, y a la vez orgullosos porque creemos que será una bisagra fundamental en la historia de ADA con respecto a la capacitación, formación y difusión de nuestro arte y oficio. El alcance será para más de cinco millones de alumnos, docentes y mediadores, ya que el de la Provincia de Buenos Aires es el tercer sistema de educación más grande de Latinoamérica después del DF en México y San Pablo en Brasil. Desde ADA estamos entusiasmados con esta posibilidad de llegar a crear conciencia y mayor visibilidad sobre nuestras actividades y nos encontramos preparando mucho material de apoyo para que los docentes tengan las herramientas necesarias para cumplir con dicho objetivo. A continuación compartimos el proyecto y fundamentación del proyecto presentado.

Proyecto Semana de las Artes gráficas y audiovisuales en las Escuelas

 

Nuestra propuesta se fundamenta en la apoteosis de la cultura visual que vivimos, la lectura que hacemos de las imágenes tiene que ver con nuestras primeras aproximaciones a ilustraciones, viñetas, historietas, dibujos y animaciones. Observamos imágenes antes de aprender a leer y lo hemos hecho antes de aprender a hablar. El contacto con las primeras imágenes, con el paso del tiempo, se convierte en un recurso que dura toda la vida.

Imágenes que nos llevan a mundos extraordinarios, a sentir junto al personaje la aventura como propia, a provocarnos la risa, a conmovernos, sorprendernos, a recrear o inventar nuevas historias. A pensar y creer en la posibilidad de otras realidades.

La presencia constante de las ilustraciones en las publicaciones de literatura infantil, genera a través del discurso de la imagen una suerte de registro en la memoria colectiva –todos recordamos libros y revistas de la infancia por sus ilustraciones ¿Cuántas niñas, niños y docentes han encontrado material gráfico de efemérides o manualidades en publicaciones como Anteojito o Billiken? También de producciones como “Zamba” de Paka-Paka en generaciones recientes–. Estas imágenes que se instalan construyen la memoria de nuestro pueblo y pasan a formar parte esencial del acervo cultural del país.

 

Las Artes Gráficas y audiovisuales abarcan disciplinas como la ilustración, el diseño gráfico, la historieta, la fotografía y la animación que se dirigen a públicos de todas las edades. No siempre fueron contempladas como objetos de estudio en la educación formal, en parte por la histórica primacía de ciertos saberes por sobre otros. Dichas disciplinas no han sido consideradas parte del campo del arte, del mismo modo que en la relación palabra- imagen, “la palabra” se ha considerado más importante que “la imagen”. Esto nos lleva a pensar firmemente en que todos entendemos que cada lenguaje tiene su potencial para elaborar un discurso y que por lo tanto hay situaciones que resultan necesarias contarlas en palabras y otras, en cambio, desde lo visual, y que uno y otro lenguaje se pueden potenciar como es en el caso de la ilustración científica o en un libro-álbum o en un corto animado, por mencionar solo algunas posibilidades. Respecto de esto último, creemos en principio que debiéramos reflexionar en la inclusión, ¿qué será más importante para un sujeto hipoacúsico por ejemplo?

Observamos imágenes antes de aprender a leer y lo hemos hecho antes de aprender a hablar. El contacto con las primeras imágenes, con el paso del tiempo, se convierte en un recurso que dura toda la vida.

Las Artes gráficas y audiovisuales además de ser populares e inclusivas permiten nuevos caminos en el desarrollo y aprendizaje de las niñas y niños, ya que las mismas son una herramienta directa para que los más chicos puedan expresarse y comunicarse más allá de las palabras.

Si damos a leer las ilustraciones de un libro, alguien podría preguntarse: ¿dicen lo mismo que el texto?, ¿siguen al texto?, ¿lo transcriben? Cuando un dibujante ilustra un libro de texto lo hace sabiendo que, de frente al texto, la ilustración no es estrictamente necesaria. Sin embargo, ¿el libro sería el mismo si la ilustración no estuviera acompañando al texto? Quizás si el lector narrara este cuento oralmente y de memoria, agregaría estos elementos que se “leen” en los dibujos.

Un discurso no verbal jamás podrá “copiar” a un discurso verbal (y viceversa), la única manera de copiar un texto será con ese mismo lenguaje hecho de letras y palabras, no con otro hecho de punto, línea, color, forma, espacio, textura. Dice María Isabel Filinich en su libro Enunciación (Ed. Eudeba): “frente a la sucesividad propia del discurso verbal, lo que caracteriza a lo no verbal es precisamente la simultaneidad (...) un despliegue simultáneo de sus elementos: formas, volúmenes, colores, partes, se presentan de una manera conjunta al observador”.

La lectura de la imagen permite la percepción, el registro y la conceptualización de la estructura formal de una obra y la relación con sus cualidades expresivas. Los niños pueden ‘leer’ las imágenes y objetos que ellos mismos producen, las que producen sus pares y también las que han producido artistas de distintos tiempos y culturas.

 

Son muchas las estrategias para lograr el diálogo entre las ilustraciones y los textos, entre animaciones y contenidos. Aprendemos a leer imágenes antes de aprender a leer un texto pero este aprendizaje debe continuar a lo largo de toda la vida, debe enriquecerse y complejizarse en el interior del sistema educativo para dar lugar al pensamiento crítico acerca del vasto y complejo campo del arte. Mariana Spravkin, Artista Plástica y Educadora dice en su libro Educación plástica en la escuela, un lenguaje en acción (Ed. Novedades Educativas): “La lectura de la imagen permite la percepción, el registro y la conceptualización de la estructura formal de una obra y la relación con sus cualidades expresivas. Los niños pueden ‘leer’ las imágenes y objetos que ellos mismos producen, las que producen sus pares y también las que han producido artistas y hombres de distintos tiempos y culturas”. La posibilidad de leer una imagen, de aprehender la imagen, es parte del proceso de enseñanza-aprendizaje, el cual debe tomar el compromiso de incorporar al aula productos culturales diversos con los cuales los niños, niñas y jóvenes se relacionan, además de las tradicionales obras de arte. En la virtualidad que vivimos estamos rodeados de imágenes de toda índole que los alumnos de diferentes edades consumen y que no siempre son rescatadas para su lectura, para trabajar curricularmente a partir de las mismas. Y en este sentido no solo proponemos rescatar los libros ilustrados, las historietas, el humor gráfico y la animación sino, también rescatar las costumbres de lecturas y entretenimiento, aprovechando el consumo que culturalmente se realiza de la imagen: juegos, aplicaciones y códigos no verbales con los que nos comunicamos diariamente como los emojis. Un buen modo de trabajar el cómic en las aulas, por ejemplo, es llegar a los estudiantes desde el humor gráfico. Los chistes siempre son un excelente recurso para aprender los elementos que conforman una historieta, y en Argentina tenemos algunos de los mejores referentes del mundo (dentro de lo que es “humor para chicos”, se recomienda entre muchísimos otros a Mafalda, Elías y el Perro de la Esquina, Batu, Tiburcio, Dante Elefante; y, en el tipo de humor para todo público, es útil recorrer la obra de los geniales Quino, Caloi, Fontanarrosa, Liniers, Max Aguirre).

“Las historietas no son una puerta de entrada a la literatura, son literatura”, asegura el escritor y guionista Luciano Saracino.

Saliendo del mundo específicamente de “lo juvenil”, como sucede con las obras de arte de alto nivel, podemos utilizar las virtudes de la historieta para hablar del mundo que nos rodea y sus grandes temas.

En este aspecto algunos cómics nos pueden ayudar a tratar en clase algunos temas en particular que, por complejos, en general se evitan. Temáticas como la del Holocausto con “Maus” de Art Spiegelman (1948, Ganador del Premio Pulitzer); sobre el Alzheimer en “Arrugas” de Paco Roca (1969) o “Historietas por la Identidad” donde varios autores colaboran con sus historias en la búsqueda de niños y niñas (ahora adultos) apropiados por la dictadura. 

“Las historietas no son una puerta de entrada a la literatura, son literatura”, asegura el escritor y guionista Luciano Saracino.

En los libros álbum y los cortos animados pasa algo parecido, es común abordar temáticas como la inmigración, la muerte, las emociones, el autoconocimiento, la autoestima, la convivencia y la diversidad cultural. Libros como “Uno y otro” de María Wernicke o “La Línea” y “El pueblo que no quería ser gris” de Beatriz Dourmec y Ayax Barnes también pueden servirnos de ejemplos. Temáticas que pueden relacionarse con los distintos contenidos que se enseñan en diferentes áreas (Ciencias Sociales y Naturales, E.S.I, etc)

La gran mayoría de los ejemplos que mencionamos es parte del material con el que actualmente se cuenta en las Bibliotecas escolares resultado de los Planes de Lecturas.

Adaptar es otro modo de entrar con las Artes gráficas al aula. Adaptar significa, de alguna manera, colocar un traje nuevo a un cuerpo conocido. A la hora de llevar obras clásicas al aula, muchas veces el método más seductor ha sido la historieta. El porqué de aquello puede derivar de que la historieta es más cercana a la literatura que, por ejemplo, el cine. La adaptación, entonces, puede ser una puerta si el camino que queremos recorrer es hacia adentro. También, puede ser un nuevo modo de conocer una obra que ya leímos y que queremos ver cómo queda contada de vuelta. Porque adaptar es, claro, volver a contar.

Hablar unicamente de la importancia de los libros ilustrados, de las historietas, el humor gráfico, la animación y cualquier otra expresión artística y gráfica de la cultura es solo una parte, la otra se da en el marco de las costumbres de lectura y entretenimiento es donde también tenemos que comenzar a generar espacios para que la industria gráfica pueda aprovechar oportunidades en mercados emergentes y nuevos soportes como los de los libros digitales, producciones multimedia, juegos o aplicaciones. Porque además de promover consumo y disfrute de la cultura, también tenemos que generar la necesidad de producirla: la identidad de nuestro país, nuestras tradiciones y costumbres dependen de ello.

Nuestro objetivo principal es acercar a las niñas, niños, jóvenes y adultos a distintos abordajes en relación al vasto campo de las artes gráficas y audiovisuales, por ejemplo: el discurso y los estilos de ilustración en la literatura y en las enciclopedias, los manuales, el libro álbum, la novela gráfica, la animación, los videojuegos, la historia de las artes gráficas y audiovisuales, los ámbitos de producción y circulación de las artes gráficas y audiovisuales, entre otros y a actividades tales como, encuentros con ilustradores, diseñadores gráficos y fotógrafos que puedan dar cuenta de sus procesos de trabajo, de sus recorridos de aprendizaje y formación, que puedan hablar de sus experiencias laborales, mostrar sus producciones, entre otras posibilidades. Lo más importante es que todo esto se podría lograr utilizando el material con que hoy ya se está trabajando en las escuelas, ya que nuestro arte está presente desde siempre en la educación a través de los libros. Este proyecto apunta a generar recursos para que docentes y lectores naturalicen la lectura de imágenes para su cabal comprensión y enriquecimiento de las posibilidades de expresión. Por otra parte, para colaborar con el inicio de las actividades en torno a esta propuesta, nos ofrecemos a generar material extra que pudiera ser útil a las instituciones en el desarrollo de las mismas durante el ciclo lectivo 2021 y a su vez, ser orientador en futuras actividades. Quienes formamos parte de ADA creemos que debemos fortalecer los vínculos con los diferentes actores del sistema educativo como así también generar un ámbito de difusión de autores argentinos. El reconocimiento y revalorización de las artes gráficas y audiovisuales en el ámbito educativo no solo enriquece culturalmente a sus actores sino que fortalece a los profesionales del sector y a la cultura de todo el país.

El reconocimiento y revalorización de las artes gráficas y audiovisuales en el ámbito educativo no solo enriquece culturalmente a sus actores sino que fortalece a los profesionales del sector y a la cultura de todo el país.

Para nosotros es primordial adquirir, conservar, estudiar, aprender y difundir el patrimonio cultural de distintas expresiones de arte y acercar el ámbito educativo a las Artes Gráficas y Audiovisuales, ya que estamos convencidos de que las mismas generan emociones que se convierten en disparadores de aprendizaje. Como se mencionó antes para descifrar y comprender imágenes, es necesario poner en juego un conjunto de procesos y habilidades cognitivas que deben ser enseñadas.

El acercamiento al sistema educativo permitirá formar Ciudadanos Integrales de la Cultura, capaces de sentir, percibir, producir y manifestarse a través de esas expresiones culturales.

Tanto como la lectura, todo lo referente a las artes —en cualquiera de sus expresiones— abre puertas a caminos impensados.

Conocemos la intencionalidad de formar a los alumnos en la dimensión artística desde el Diseño Curricular vigente (principalmente en el nivel terciario) en el cual subraya lo siguiente: “Para dimensionar una educación artística desde una perspectiva cognitiva se debe partir del concepto de arte como proceso relacional y situacional. De este modo, el arte no es una cosa u objeto, ni un concepto en término de idea, opinión o juicio, sino una experiencia de haber sentido, conocido, presenciado o co-construido algo. Esa experiencia es relacional y situacional, en un modelo dinámico, complejo e intersubjetivo, en que se mantienen las cualidades de la observación, el razonamiento, la sistematización, la posibilidad de construir estrategias de predicción y la experimentación, que son propias del acto de conocer. En el marco de este carácter relacional y situacional, emerge la construcción de un pensamiento crítico, que plantea un modelo de experiencia histórica y sensibilidad frente al otro, que invita a generar un proceso reflexivo desde el encuentro con lo distinto y sin generar rechazo, a construir un ejercicio de la racionalidad y del conocimiento integral.”; además de acompañar con muy buenas propuestas, queremos sumarnos para aportar algo más específico, porque justamente pensamos que es máxima su preocupación por una educación integral.

No traemos algo nuevo pero sí algo tratado a partir de especialistas en el tema con muchas ganas de aportar y sumar a su propuesta, muchas ganas de dejar de ser espectadores para ser protagonistas en este país que nos llama a todos a participar para mejorar.

 

El acercamiento al sistema educativo permitirá formar Ciudadanos Integrales de la Cultura, capaces de sentir, percibir, producir y manifestarse a través de esas expresiones culturales.

 

Por todo lo expuesto presentamos esta propuesta que posibilite la promoción de las artes gráficas y audiovisuales, en las instituciones educativas de La Provincia de Buenos Aires. El proyecto consiste en incorporar a partir del ciclo Lectivo 2021 la Semana de las Artes Gráficas y Audiovisuales, para los Niveles Inicial, Primario, Secundario y Terciario, apuntando en este último nivel especialmente a la Formación Docente.

Consideramos pertinente trabajar los distintos tipos de producciones gráficas de tal manera que permitan a lo largo del ciclo lectivo, acercarse con una mirada “nueva” a la lectura y producción de todas aquellas imágenes que surjan en relación a los contenidos curriculares, como así también, en relación a las distintas efemérides.