(POR SUERTE, TODOS VIVITOS Y DIBUJANDO)*
Por Ana Mac Donagh
JULIA BARATA
RADICADA EN ARGENTINA, JULIA ES UNA DIBUJANTE INQUIETA, AUTOGESTIVA Y COMUNITARIA
¿Cómo fueron tus comienzos en el dibujo?
El dibujo como práctica siempre estuvo muy presente. Desde que tengo memoria pasaba horas dibujando sola: escribía cartas en historieta y siempre mantuve actividades artísticas paralelas a mis estudios, con pinturas, muestras y ediciones autogestivas. Pero la adopción de la historieta como principal herramienta para contar historias surgió más tarde, once años atrás, cuando llegué a Argentina. Acá me encontré con una tribu que hacía lo mismo y un ambiente que me dio muchísimo incentivo e inspiración para el desarrollo de mis proyectos de narrativa gráfica.
¿Cómo describirías tu proceso de trabajo? ¿Qué te inspira?
Creo que cada idea y cada proyecto tiene su propio motor, pero en general me inspira la contradicción humana, los pequeños “nadas” de la vida, las personas y sus múltiples realidades. Mi proceso de trabajo varía según el contexto, el tiempo y las herramientas de que dispongo. Esto es así porque adapto mis proyectos a la vida que llevo. Hubo libros enteros hechos con dibujos punk en viajes en tren camino al trabajo. Otros –como el que transito ahora– están hechos con técnicas y procesos más lentos y complejos, que requieren muchas horas sentada en silencio mirando, pensando y pintando. En general voy desarrollando el guión al mismo tiempo que los dibujos, según lo que siento en cada instancia. No tengo todo planeado y storyboardeado como suelo recomendar a mis alumnos –y como me recomendaría a mi misma si fuera capaz–.
Naciste en Portugal, viviste en Amsterdam, Porto, Barcelona y ahora en Argentina. ¿Cómo ves el mundo de la historieta en nuestro país, respecto de otros lugares?
Como referí brevemente al inicio, para mi Argentina es el país a quien más debo en mi desarrollo como autora de historietas. Me refiero a la cantidad inmensa de producciones y su amplia diversidad y calidad; pero también al ambiente de comunidad y autogestión que pude encontrar y que es el empuje más grande que obtuve. Dentro de este clima general productivo, mis grupos de amigas dibujantes son núcleos de muchísimo acompañamiento, consejo técnico y vital, arengue moral y sostén de esta actividad (que la mayoría de las veces tiene poco rédito pero representa lo inevitable de lo que nos gusta y mueve).
...la principal arma que tenemos es seguir haciendo lo que podamos, inter-ayudándonos y adaptándonos al tiempo y los medios que dispongamos, para que no nos gane la indiferencia o cualquier intento de aplastar la producción artística, el pensamiento crítico y la diversidad.
¿Considerás necesaria la existencia de políticas públicas o programas de fomento desde el Estado para nuestro sector o la cultura en general?
Evidentemente. Creo que este momento que estamos viviendo nos traerá uno de los desafíos más grandes que he vivido como historietista en actividad. La crisis del papel, los costos de vida y la falta de políticas de incentivo a la producción, publicación y valoración de la historieta –bien como de cualquier otra forma de expresión artística- nos deja aún más frágiles para llevar adelante nuestros proyectos gráficos. Y cuando nos referimos a las producciones más experimentales y ajenas al mercado comercial el problema se amplía. De todos modos, creo que la principal arma que tenemos es seguir haciendo lo que podamos, inter-ayudándonos y adaptándonos al tiempo y los medios que dispongamos, para que no nos gane la indiferencia o cualquier intento de aplastar la producción artística, el pensamiento crítico y la diversidad.
¿Tenés algún sueño o proyecto profesional pendiente?
Tengo varios, siempre. En este momento me inspira la memoria histórica y el relato oral de experiencias vividas; vengo ya hace 3 años desarrollando una novela gráfica sobre personas normales que cargan mochilas de conflictos políticos y económicos. Paralelamente vengo trabajando en la adaptación de una obra literaria de una autora portuguesa a novela gráfica. Tengo también algunos proyectos de animaciones, pero eso está claramente frenado por el momento. Mi sueño es tener algún financiamiento para estas actividades, que necesariamente quedan relegadas a los tiempos libres entre trabajos de retorno económico, por lo que llevarán el triple de tiempo y esfuerzo de lo que sería natural o deseable.
Julia Barata
SARA FEIO
UNA ILUSTRADORA VERSÁTIL: SU TRABAJO ES LA SUMA DE LO MANUAL Y LO DIGITAL; LO CIENTÍFICO Y LO SURREAL
¿Cómo fueron tus comienzos en el dibujo?
Mi trayectoria como ilustradora ha dado muchas vueltas. Cuando era niña, me gustaba más el collage que dibujar. De adolescente estudié diseño gráfico y luego fui a Hollywood (EUA) para hacer un internship en una gran compañía de carteles de películas. Pero me di cuenta de que eso no era lo que quería, así que me mudé a Londres (RU). Allí estudié ilustración en la universidad (London College of Communication (UAL) y luego regresé a Portugal para trabajar como ilustradora freelance.
¿Cómo es tu proceso de trabajo?
Mi proceso implica mucha investigación y tiempo de reflexión. Disfruto mirando otras formas de arte que no sean el dibujo, como la escultura. Actualmente estoy obsesionada con el arte de uñas. Hay artistas haciendo cosas increíbles en formatos pequeños. Pero principalmente me inspiro en el mundo de la fantasía y el surrealismo.
Viviste en diferentes países. ¿Considerás necesaria la existencia de políticas públicas o programas de fomento desde el Estado para nuestro sector o la cultura en general?
Portugal no apoya lo suficiente a las Artes. En general, hay pocas políticas de apoyo a los artistas. En el caso de la ilustración, ni siquiera es una profesión que se encuentra listada al momento de registrarse para pagar impuestos. Existe pintor y diseñador, pero no ilustrador. Tampoco tenemos una asociación de ilustradores como ADA, desafortunadamente. Actualmente soy miembro de la AOI (Association of Illustrators) en el Reino Unido, así que tengo la suerte de tener al menos algún apoyo en mi profesión, aunque no sea en mi propio país.
Migración, ilustración editorial.
¿Tenés algún sueño o proyecto profesional pendiente?
Tengo un proyecto que me tiene muy apasionada: estoy haciendo trabajos de ilustración nuevos utilizando un alter ego. Hablaré sobre esto en mi presentación el 24 de abril. Este proyecto no es solo sobre mí, también estoy creando recursos para otros ilustradores que se sienten estancados y quieren reinventarse
FILIPE ABRANCHES
DE DIRECTOR DE ANIMACIÓN A LA PASIÓN POR LAS VIÑETAS DEL CÓMIC
¿Cómo fueron tus comienzos en el dibujo?
Descubrí que tenía talento para el dibujo en la escuela, cuando mis compañeros me pedían que dibujara aviones y vaqueros. También fue gracias a la escuela secundaria que publiqué mi primer cómic. Fue a los 14 años, en un fanzine que era propiedad de un compañero mayor. Luego me asocié a un club de cómic, donde colaboré en la revista de la asociación.
¿Cómo es tu proceso de trabajo?
Puede comenzar con un libro, un episodio, una situación. Tomo nota y luego desarrollo una idea para un cómic. A veces me inspiran las películas. A veces todo empieza con un dibujo suelto, y luego nacen otros dibujos que dan origen a una historia.
¿Cómo ves el mundo de la historieta en nuestro país, respecto de otros lugares?
Sé que en Argentina existe una tradición muy fuerte en el cómic. Fue en los años 1950, en torno a Alberto Breccia, cuando se produjo mucho, con un gran número de revistas publicadas en aquella época. No conozco la situación actual, así que tengo mucha curiosidad. En Portugal existen numerosos festivales y clubes centrados en el dibujo de cómic. Podés encontrar grupos como los Urban Sketchers. También existen asociaciones de artistas gráficos que producen carteles y grupos editoriales independientes o de autoedición.
A veces todo empieza con un dibujo suelto, y luego nacen otros dibujos que dan origen a una historia.
¿Existe en Portugal algún apoyo del Estado?
Sí, existe. La Direção-Geral do Livro, dos Arquivos e das Bibliotecas (DGLAB) otorga subsidios a la creación literaria y de cómic. Fue muy importante su apoyo hacia pequeños grupos editoriales durante la pandemia. También contamos con apoyo para la traducción y publicación en el extranjero a través del Instituto Camões.
ANDRÉ LETRIA
EL DIBUJO COMO FORMA DE PENSAR Y DESCUBRIR EL MUNDO
¿Cómo fueron tus comienzos en el dibujo?
Empecé, como todo aquel que ama el dibujo, a descubrir en el colegio que el dibujo funcionaba como una forma de relacionarse con el mundo. Desde pequeño siento la necesidad de captar lo que veo a través del dibujo, como si lo que viese pasara a formar parte de mí después de dibujarlo. Con el tiempo, paso a paso, línea a línea, el dibujo se convirtió en una forma de pensar.
¿Cómo describirías tu proceso de trabajo?
Mi proceso de trabajo oscila entre el intento constante de respetar la rutina y el recordatorio de que la liberación y la capacidad de asombro son importantes. La rutina es importante para lograr las metas; la capacidad de asombro es importante para el crecimiento de un mundo interior creativo. Lo que me inspira es el mundo que me rodea, que siempre está esperando ser descubierto.
¿Qué similitudes o diferencias pudiste ver entre el ámbito de la ilustración y de la edición independiente de nuestro país y la de Portugal?
Confirmé la idea que ya tenía: que la edición independiente, dondequiera que esté, se basa en el desafío al orden impuesto, en el afán de descubrir, en la valentía de asumir riesgos y en el deseo de reinventar el mundo.
¿Existen políticas públicas o programas de fomento desde el Estado, para la industria editorial en Portugal? ¿Considerás necesaria la existencia de estas políticas para los que trabajamos en este sector?
En Portugal existe un programa anual de apoyo a la publicación de autores portugueses en el extranjero, establecido por la Dirección General del Libro, Bibliotecas y Archivos, que paga a los editores de todo el mundo una buena parte de sus gastos de traducción y producción. Este programa ha sido fundamental para mí, como autor y editor de Pato Lógico. Es gracias a él y al trabajo de promoción de las editoriales independientes que nuestros autores han tenido tanta relevancia en el extranjero.