Gise Four, profesora de artes visuales e ilustradora, comparte el proceso de realización del Diccionario ilustrado “Culturas Originarias de América”. Se trata de una actividad interdisciplinaria e inclusiva que se llevó adelante en el aula, con las artes gráficas como protagonistas.
Por Gise Four
Leer es un derecho. Con esa bandera bien en alto y la convicción de que todos los niños deben tener las mismas oportunidades de acceder a la lectura es que comienza este proyecto tan sentido. Con muchos ingredientes —entre los cuales no faltó una cucharada gigante de trabajo en equipo y mucha magia— el proyecto llegó a buen puerto con forma de Diccionario ilustrado e inclusivo para estudiantes con disminución visual y ceguera. Se trató de una experiencia de enseñanza-aprendizaje maravillosa que realizamos en 2019 y fue fruto de un proyecto anual que llevamos adelante entre 3 instituciones: la “Escuela Secundaria Nº 40” —donde me desempeño como profesora de Ed. Plástica en 1er ciclo de la secundaria—; la “Escuela de Educación Especial Nº 505” (servicio agregado para ciegos y disminuidos visuales) mediante el trabajo de la profesora Selena González; y la Escuela de Educación Secundaria Técnica Nº 7, todas de la localidad de Lomas de Zamora, provincia de Buenos Aires.
Lo primero que nació fue la idea de realizar con los chicos un diccionario ilustrado inspirado en el arte precolombino. A mí me había quedado muy fresca la experiencia del anuario que habíamos realizado en ADA en 2017-18 y que justamente tenía formato de diccionario visual.
Ese año, entre nuestros estudiantes contábamos con algunos chicos con disminución visual que recibían el acompañamiento de la profesora Selena González de la escuela especial 505. Por eso conversamos con ella sobre el proyecto ya que la idea era darle a este libro ilustrado las características que lo convirtieran en un material inclusivo: lectura para todos.
Texto en macrotipo y braille
El texto del diccionario es inclusivo para niños con disminución visual ya que lo realizamos en macrotipo e interlineado doble. En todas estas cuestiones mi compañera Selena me fue guiando y enseñando. Recuerdo cuando un día me dijo: “¿Y si le sumamos texto en Braille?”. Así el trabajo sería accesible también a estudiantes ciegos. Entonces comenzó una aventura para poder materializarlo ya que la escuela especial no contaba con impresora braille, sólo una máquina de escribir braille. Así es que los únicos 4 juegos que logramos hacer fueron tipeados a mano por Selena y sus compañeras de la 505. Fueron horas y horas de trabajo. Es una pena que al día de hoy la escuela especial aún no cuente con esa tecnología tan esencial.
Ilustraciones especiales
¿Cómo lograr que las ilustraciones también resultaran inclusivas? A comienzos de ese año quiso el destino (la magia de la que hablaba al comienzo de esta nota) que les realizara una entrevista para el blog de ADA a Graciela Fernández (editora de Nubífero Ediciones) y Valeria Ravecca, (ilustradora, socia de ADA y docente de Arte en una escuela de educación especial). La dupla creativa estaba presentando la colección de libros “Sentidos” basadas en cuentos orales de los pueblos de Tierra del Fuego ilustrados y en macrotipo para leer junto a niños con disminución visual.
Con ese asesoramiento de lujo y la enorme generosidad de Graciela, empezamos entonces a trabajar con los chicos de 2° año las ilustraciones durante las clases de la materia.
Entre las características especiales que utilizamos se encuentra la paleta de color limitada al ocre amarillo, turquesa, blanco y negro (colores que perciben mejor los daltónicos). No hay sombras, sólo colores plenos bien contrastados y zonas de colores planos en contraste con otras trabajadas con texturas visuales.
Luego vino el escaneo y edición de las ilustraciones pintadas a mano por los estudiantes con marcadores, collage y acrílicos. Pero a la hora de imprimir nos topamos con que en ninguna de las instituciones participantes contábamos con impresora a color. Un juego corrió por mi cuenta y otros 3 por parte de la directora de nuestra secundaria, Sandra Ruscitti. El anillado y encuadernado corrió por parte de las compañeras de la 505.
Entre las características especiales que utilizamos se encuentra la paleta de color limitada al ocre amarillo, turquesa, blanco y negro (colores que perciben mejor los daltónicos). No hay sombras, sólo colores plenos bien contrastados y zonas de colores planos en contraste con otras trabajadas con texturas visuales.
Se suma la escuela técnica
La segunda mitad del año y con el trabajo bastante avanzado, se sumó al equipo la escuela técnica con el trabajo de sus estudiantes — también de segundo año—, quienes realizaron esculturas impresas en tecnología 3D para algunas de las palabras del diccionario. Este material complementario resultó fundamental para que los estudiantes ciegos pudieran acceder a las ilustraciones dándoles vida mediante el tacto.
Temática del diccionario
El diccionario es temático de un tema que me apasiona y que casi siempre está presente en mi trabajo como ilustradora: la cosmovisión de nuestras culturas madres de América. El trabajo lo enmarcamos en el “Año internacional de las lenguas indígenas” declarado por la UNESCO para el 2019 ya que más de la mitad de los términos que se incluyen en el mismo provienen de lenguas nativas como el Quechua, Aymará o Nahuatl.
De la A a la Z a través de términos como KUKULKAN, PACHAMAMA y QUIPU, entre otros, hicimos un paseo —desde el período preclásico hasta la llegada de los españoles— por el arte precolombino creado por las culturas que habitaban y habitan la zona de Mesoamérica y Andina.
Este material complementario resultó fundamental para que los estudiantes ciegos pudieran acceder a las ilustraciones dándoles vida mediante el tacto.
Exposición y repercusiones
Terminamos aquel año compartiendo el trabajo en clases abiertas con la primaria 76 (que funciona en el mismo edificio que nuestra secundaria) y exponiendolo en la muestra distrital de Educación Artística.
Generamos códigos QR para que los que quisieran pudieran descargar con el celular la versión digital del diccionario (que compartimos al final de esta nota). Y pudimos también dar a conocer nuestro trabajo a través de algunas notas periodísticas que nos realizaron para distintos medios. Siempre con las ganas de que el trabajo llegara a más y más estudiantes. También nos parecía importante dar a conocer las dificultades que tuvimos para realizarlo, porque son trabas para los profesores a la hora de desarrollar este tipo de proyectos o darles continuidad en el futuro.
La experiencia fue muy significativa y enriquecedora para todos los que participamos en ella, especialmente para los estudiantes que se sumaron con mucho compromiso y dedicación para llegar al objetivo. Para mí fue un placer enorme ser parte de este proyecto y poder verlo materializado. Mi deseo es que sea un material útil para muchos docentes y bibliotecarios. Me enorgullece haber sido parte de este trabajo tan lindo del cual aprendí un montonazo y estoy muy feliz de poder compartirlo hoy a través de la querida Revista Sacapuntas de ADA.
+ Diccionario ilustrado inclusivo “Culturas originarias de América”
Gise Fourment